
Sábado 13 de septiembre, CDMX.- La osteomielitis es una infección del hueso que puede llegar a afectar una o más zonas óseas del cuerpo, misma que suele causar síntomas característicos como dolor intenso y persistente en el área afectada, que se agudiza al movimiento o la presión sobre el hueso.
La zona con osteomielitis infectada puede presentar hinchazón, enrojecimiento y aumento de la temperatura, síntomas que se acompañan en muchos casos con fiebre y escalofríos. Otros signos comunes incluyen cansancio generalizado, pérdida de peso y dificultad para movilizar la parte afectada del cuerpo.
Los síntomas pueden variar según el tipo de osteomielitis. En la forma aguda, suele haber un inicio rápido con fiebre alta y dolor marcado, mientras que en la osteomielitis crónica el dolor puede ser más intermitente y prolongado en el tiempo, con presencia de supuración de pus a través de la piel en los casos más avanzados.
En la osteomielitis vertebral, que afecta a la columna, se caracteriza por dolor persistente en la espalda que no mejora con el reposo ni con analgésicos, y puede asociar síntomas neurológicos si afecta nervios o la médula.
Ante la sospecha de osteomielitis es fundamental acudir al médico para un diagnóstico oportuno, que puede incluir análisis de sangre, radiografías, tomografías o resonancias magnéticas, y en algunos casos biopsias o aspiraciones para identificar la bacteria causante.