
Los Servicios de Salud del Estado de San Luis Potosí y la Coordinación Estatal IMSS-Bienestar de San Luis Potosí a través del Hospital Regional de Alta Especialidad “Dr. Ignacio Morones Prieto”, conmemoran el Día Nacional de la Lucha contra el Cáncer de Páncreas este martes 9 de septiembre, una fecha destinada a generar conciencia sobre esta enfermedad oncológica que representa un gran reto en materia de salud pública en México y el mundo.
Durante el año 2025, en el Hospital Regional de Alta Especialidad “Dr. Ignacio Morones Prieto” se han brindado 48 atenciones en consulta externa relacionadas con esta enfermedad, además de 10 hospitalizaciones por tumores malignos del páncreas, entre los que destacan casos con diagnóstico en parte no especificada del órgano y tumores de origen endocrino. Estos datos reflejan la importancia de contar con servicios especializados para su detección y tratamiento oportuno.
El cáncer de páncreas es una enfermedad en la que se forman células malignas en los tejidos del páncreas, una glándula localizada detrás del estómago que cumple funciones digestivas y hormonales. Este tipo de cáncer suele avanzar de manera silenciosa, ya que en sus etapas iniciales presenta pocos síntomas. Cuando aparecen, suelen incluir dolor abdominal persistente, pérdida de peso inexplicada, ictericia (coloración amarilla en piel y ojos), fatiga, náuseas y cambios en las heces.
Entre los factores de riesgo más conocidos se encuentran el tabaquismo, la diabetes, la obesidad, el consumo excesivo de alcohol, antecedentes familiares de cáncer pancreático, y la exposición prolongada a ciertos productos químicos. Además, algunas enfermedades hereditarias pueden aumentar la probabilidad de desarrollar esta afección.
Ante la sospecha de cáncer de páncreas, es importante no ignorar síntomas persistentes y acudir de inmediato a consulta médica para una evaluación completa. El diagnóstico temprano puede incrementar las posibilidades de un tratamiento exitoso y mejorar la calidad de vida de la persona.
Aunque no siempre es posible prevenir este tipo de cáncer, adoptar hábitos saludables como dejar de fumar, mantener un peso adecuado, llevar una dieta equilibrada y realizar actividad física de manera regular puede contribuir a reducir el riesgo. Asimismo, en personas con antecedentes familiares, es recomendable mantener vigilancia médica periódica.