El 22 de agosto de 1978 quedó marcado como una fecha histórica para los habitantes de El Ejido El Desengaño Número 2. Ese día, un grupo de valientes campesinos decidió levantar la voz y unirse para reclamar la tierra que hoy es su hogar, la cual fue expropiada del rancho Santa Bárbara del Sr. Jesús Robles Martínez.
No fue un camino sencillo: marchas, invasiones a la Secretaría de la Reforma Agraria y múltiples obstáculos pusieron a prueba su determinación. Sin embargo, su perseverancia, sumada al apoyo del gobierno federal encabezado en ese entonces por el presidente José López Portillo, permitió que se lograra la donación de estas tierras fértiles, donde sus sueños comenzaron a florecer.
Ese mismo día también se fundaron otros ejidos como La Marina, Emiliano Zapata, El Lobo y Anexos, y El Gritadero, repartidos por la entonces Secretaría de la Reforma Agraria (hoy Secretaría de Desarrollo Agrario, Territorial y Urbano).
El nombre de El Desengaño Número 2 es un legado de El Ejido El Desengaño Número 1, cuyo comisariado, Carlos Alvarado, recibió la documentación oficial que dio inicio a esta gran historia.
En sus inicios, la tierra estaba cubierta de monte y pastizales. Las familias, con trabajo incansable, transformaron potreros en solares y levantaron sus hogares. Con el paso de los años, la vida comunitaria dio paso a la organización y posteriormente a la repartición individual de parcelas, lo que fortaleció el arraigo y la construcción de un futuro para cada familia.
Hoy, 47 años después, este ejido es el hogar de 126 familias, con instituciones educativas como preescolar, primaria y telesecundaria, además de su capilla y campo de béisbol, símbolos del espíritu comunitario que lo distingue.
En este aniversario celebramos su historia, recordamos a quienes ya no están y reconocemos el esfuerzo de quienes día a día mantienen vivo el legado de sus fundadores.
¡Felicidades, Ejido El Desengaño Número 2, por 47 años de historia, lucha y esperanza!
Seguiremos informando.
