La ministra presidenta Norma Lucía Piña Hernández clausuró este lunes los trabajos de la actual integración de la Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), con lo que concluyó una etapa de 30 años en el funcionamiento del tribunal, previo a la entrada en vigor de la reforma judicial.
En su discurso, Piña defendió el legado de la Corte como “piedra angular de la justicia constitucional” y sostuvo que serán las sentencias y la historia quienes juzguen a los ministros salientes. Aunque evitó criticar de forma directa la reforma que ordenó la salida anticipada de los once integrantes del pleno el 31 de agosto, afirmó que mientras haya quienes defiendan la justicia con integridad, “el país tendrá un horizonte de dignidad y libertad”.
El mensaje fue aplaudido por la mayoría de ministros, salvo Lenia Batres, cercana a la Cuarta Transformación. Piña agradeció de manera individual a cada uno de sus compañeros y calificó al personal del tribunal como el “latido invisible” de la justicia.
Antes de la clausura, el pleno desechó los últimos recursos contra la elección de magistrados del Tribunal Electoral y confirmó la validez del proceso avalado por el INE. Con ello, la Corte cerró de manera anticipada la revisión de casi 150 impugnaciones presentadas.
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