Por más inocentes o genuinos que parezca, en política, los ataques nunca son gratuitos, y menos cuando llevan nombre, apellido y dirección. En días pasados, el diputado morenista Carlos Arreola Mallol no sólo pidió al PAN “sacar sus garras” del Ayuntamiento de la capital, también, con filigrana verbal, tachó de mercenarios a los consejeros panistas que, según su versión (y la de muchos más) vendieron su voto para la reelección de Verónica Rodríguez como presidenta estatal del blanquiazul a cambio de una plaza en el gobierno de Enrique Galindo.
Es cierto, Arreola se presenta como el adalid de la austeridad, el fiscalizador moral del uso del erario y el guardián de las buenas prácticas administrativas, pero en el ajedrez político, cada movimiento también es una pieza colocada para el futuro y, en este caso, la pieza parece moverse hacia la casilla de la candidatura de Morena a la presidencia municipal de San Luis Potosí.
No será un camino despejado. Dentro del propio morenismo ya se vislumbran las miradas cruzadas y las sonrisas tensas. Cuauhtli Badillo, con su experiencia de operador político, y Jessica López, con su trabajo de base, figuran como rivales de peso en la interna. Los tres parecen convencidos de que, con la candidatura en mano, ya tienen el triunfo asegurado, como si la elección constitucional fuera un mero trámite y no una contienda en la que, en San Luis, siempre caben las sorpresas.
El discurso de Arreola no sólo golpea al PAN, también lo posiciona como un aspirante que “ya está en modo campaña”, aunque todavía falten meses para que se abran oficialmente los registros. No es casual que se meta con la nómina municipal y la liga con intereses partidistas. Es un golpe que duele al adversario externo, pero que, de paso, le gana aplausos en su propio partido, al menos de quienes no ven en él una amenaza directa para su propia aspiración.
Al final, más allá de si el PAN retira o no sus “garras” del Ayuntamiento, lo cierto es que en Morena ya hay varios afilando las uñas para quedarse con la joya de la corona capitalina. Y como suele pasar, la verdadera batalla no será contra la oposición, sino entre quienes sueñan con llegar al Palacio Municipal por la puerta grande.
Cavilaciones:
Primera: Priístas y panistas han sido convidados a los eventos VIP de la Feria Nacional Potosina, lo mismo se ve a la dirigente del PRI, Sara Rocha Medina, que al diputado David Azuara, Aranzazú Puente o a Marcelino Rivera. Incluso, en el fervor de la feria, el alcalde capitalino, Enrique Galindo, que se da tremendos abrazos con el gobernador, Ricardo Gallardo, desconcertando a la comentocracia ¿Será que sus pleitos son arreglados? ¡Sabe! ¡Miau!
Segunda: La industria de la construcción cayó más del 30 por ciento según datos de la CMIC. El empleo formal va a escasear en lo que resta del año según los expertos. ¡Ay, nanita!
Tercera: Hoy, en la Facultad de Ciencias de la Comunicación de la UASLP, el exfutbolista, campeón mundial con Argentina en México 1986 y exitoso conferencista, Jorge Valdano, ofrece una exposición magistral con motivo del 40 aniversario de esta institución universitaria.
