
En un mundo dominado por redes sociales, influencers y microtendencias que cambian cada temporada, muchas personas han comenzado a cuestionarse si realmente necesitan seguir lo que está “de moda” para vestirse bien. La respuesta de especialistas y amantes del estilo es clara: no es necesario seguir tendencias para tener un buen sentido de la moda. De hecho, desarrollar un estilo propio puede ser más valioso, auténtico y duradero.
El estilo personal no se trata solo de ropa, sino de comunicar quién eres sin decir una palabra. Para lograrlo, el primer paso es conocerse a uno mismo, identificar qué colores, siluetas y prendas reflejan mejor tu personalidad y te hacen sentir cómodo. Observar qué piezas usas con más frecuencia y en cuáles te sientes más seguro puede ser un buen punto de partida.
Otro consejo importante es dejar de comprar por impulso. Las modas pasajeras suelen fomentar el consumo rápido y poco consciente. En cambio, construir un guardarropa con prendas que realmente te gusten, que combinen entre sí y que puedas usar de diferentes maneras, permite desarrollar una identidad visual sólida y coherente.
Explorar referencias diversas también ayuda: desde íconos del cine o la música hasta personas comunes que ves en la calle. Lo importante es no copiar, sino adaptar. Combinar elementos clásicos con detalles únicos, mezclar texturas o usar accesorios distintivos puede darle personalidad a cualquier atuendo.
Además, cada vez más personas apuestan por la moda sostenible o de segunda mano, no solo por razones ecológicas, sino porque ahí encuentran piezas únicas que no están en los grandes aparadores.
Por último, los expertos recomiendan no tener miedo de experimentar, ya que el estilo propio no se define de un día para otro. Se transforma con el tiempo, al igual que la identidad, pero siempre debe responder a lo que te hace sentir bien, sin preocuparte por cumplir expectativas externas.
Vestir con autenticidad es una forma de libertad. Más allá de lo que dicten las tendencias, lo importante es que lo que llevas puesto te represente, te acomode y te dé seguridad.