
Con la llegada de la temporada de lluvias, los dueños de perros deben tomar precauciones adicionales para garantizar el bienestar de sus mascotas. Las condiciones climáticas propias de esta época, como el frío, la humedad y los encharcamientos, representan riesgos importantes para la salud de los lomitos, desde enfermedades respiratorias hasta infecciones en la piel y patas.
Uno de los cuidados más importantes es evitar que el animal permanezca mojado durante mucho tiempo. Después de un paseo o al regresar del exterior, es recomendable secar bien su pelaje con una toalla limpia y, si es necesario, utilizar una secadora con aire tibio para evitar la aparición de hongos o resfriados.
El uso de impermeables o ropa para lluvia puede ser de gran ayuda, sobre todo en perros de razas pequeñas o con poco pelaje, ya que son más susceptibles a las bajas temperaturas. También es importante mantener limpias y secas sus áreas de descanso, alejadas de corrientes de aire y filtraciones.
Durante las caminatas, se debe tener cuidado con los charcos, ya que pueden contener bacterias o sustancias contaminantes que causan infecciones en las patas. Al regresar a casa, se recomienda lavar sus patas con agua tibia y secarlas completamente para prevenir irritaciones o heridas.
Además, en esta temporada aumenta la proliferación de parásitos como pulgas y garrapatas, por lo que es fundamental reforzar los tratamientos antiparasitarios y mantener una higiene constante del pelaje y el hogar.
Una buena alimentación también juega un papel clave en mantener su sistema inmunológico fuerte. Los veterinarios sugieren no descuidar las visitas periódicas para verificar que el lomito esté sano y protegido ante cualquier cambio ambiental.
Cuidar a los perros en temporada de lluvias no requiere grandes esfuerzos, pero sí atención, cariño y compromiso para que ellos también pasen estos días grises con seguridad y salud.