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¿La educación sexual previene en realidad el embarazo adolescente?

El 73.2 % de los jóvenes conoce al menos un método anticonceptivo

El embarazo durante la adolescencia es un problema de salud pública que impacta directamente el bienestar físico, emocional y social de niñas y adolescentes. Ocurre cuando una mujer de entre 10 y 19 años enfrenta un embarazo no planeado, acompañado en la mayoría de los casos de la interrupción de sus estudios, limita sus oportunidades laborales y aumenta el riesgo de vivir en condiciones de pobreza, violencia o exclusión social.

En San Luis Potosí, el Gobierno Estatal a través de los Servicios de Salud y otras instituciones  ha implementado acciones concretas para reducir el embarazo en adolescentes, como la Estrategia Nacional para la Prevención del Embarazo en Adolescentes (ENAPEA) con el objetivo de reducir a la mitad los embarazos en adolescentes de 15 a 19 años y eliminar por completo los embarazos en niñas de 10 a 14 años para el año 2030; de manera aleatoria se trabaja en la Ruta NAME,  la cual, trabaja en el protocolo de atención para niñas y adolescentes menores de 15 años embarazadas, que garantiza un enfoque integral con respeto a sus derechos, bienestar físico, emocional y acceso a la justicia.

En el estado existen 67 unidades de salud que cuentan con Servicios Amigables pensados especialmente para adolescentes y una Unidad Móvil Itinerante Edusex. Estos espacios ofrecen atención gratuita, confidencial, sin prejuicios y con personal capacitado, donde se pueden resolver dudas y recibir acompañamiento.  En estas unidades pueden encontrar información sobre los derechos sexuales y reproductivos, métodos anticonceptivos gratuitos (condones, pastillas, implantes, entre otros), consejería en sexualidad, relaciones afectivas y prevención de infecciones de transmisión sexual, revisión médica y seguimiento de la salud reproductiva, apoyo en casos de violencia o abuso y atención psicológica.

En México, de acuerdo con la Encuesta Nacional de Salud y Nutrición (ENSANUT Continúa 2022), el 73.2 % de los adolescentes conoce al menos un método anticonceptivo; el 88 % sabe que el condón debe usarse en cada relación sexual; solo el 60.4 % reconoce que el condón previene tanto embarazos como infecciones de transmisión sexual. A pesar de este conocimiento, 17 % de adolescentes no usó ningún método en su última relación sexual.

El embarazo en adolescentes está relacionado con varios factores que se combinan, entre ellos: la falta de educación sexual integral desde la infancia, la desigualdad de género, que impide a las adolescentes tomar decisiones libres e informadas sobre su cuerpo, la violencia sexual y el abuso, que afectan principalmente a niñas en comunidades rurales o marginadas, el acceso limitado a métodos anticonceptivos y a los servicios médicos cercanos, gratuitos y confiables y  las creencias conservadoras o estigmas sociales que dificultan hablar abiertamente sobre sexualidad, protección y derechos reproductivos.

El embarazo en adolescentes es prevenible. Contar con información clara, servicios de salud accesibles y espacios seguros para hablar del tema es fundamental para que niñas y jóvenes puedan tomar decisiones libres, responsables e informadas sobre su cuerpo y su plan de vida.  Los Servicios de Salud del Estado invitan a la sociedad a sumar esfuerzos para su prevención y erradicación, para que nuestras juventudes vivan con salud, dignidad, igualdad de oportunidades y proyectos de vida llenos de futuro.

Seguiremos informando.

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