Ciudad Valles, S.L.P.- En una manifestación de profundo respeto por la tierra, la tradición y la identidad de los pueblos originarios, este 24 de junio se llevó a cabo el ritual de bendición de semillas en el Ejido La Pila, un acto ceremonial que marca el inicio del ciclo agrícola y que forma parte de la cosmovisión indígena Tének.
Organizado por la Unidad Especializada para la Atención de los Pueblos y Comunidades Indígenas de Ciudad Valles, este ritual ancestral busca agradecer por las lluvias, pedir fertilidad para la tierra y augurar una cosecha abundante. La ceremonia, guiada por una Médico Tradicional, fusiona elementos espirituales del catolicismo con la visión indígena de respeto y armonía con la naturaleza.
Uno de los momentos más significativos fue la entrega simbólica de mazorcas de maíz a niñas y niños del ejido, gesto que representa la transmisión generacional de la cultura, el conocimiento agrícola y las tradiciones que han dado identidad a estas comunidades durante siglos.
En representación del presidente municipal David Armando Medina Salazar, asistió el secretario general del Ayuntamiento, Luis Ángel Contreras Malibrán, quien reconoció la importancia de estas prácticas que fortalecen el tejido comunitario. “El Gobierno Municipal reafirma su compromiso con los pueblos indígenas y con el respeto a sus costumbres, que son patrimonio vivo de Ciudad Valles”, señaló.
La celebración tuvo lugar el día de San Juan Bautista, fecha que tradicionalmente coincide con el inicio del temporal de lluvias y que en la cultura Tének simboliza fertilidad, renacimiento y esperanza para el campo.
Esta ceremonia es reflejo de la riqueza cultural de la región y del papel fundamental que tienen los pueblos indígenas en la preservación de prácticas ancestrales que fortalecen la identidad y la conexión con la tierra.
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