
Álamos, Sonora.– Ubicada en el sur del estado, la Sierra de Álamos-Río Cuchujaqui es una de las joyas naturales más importantes del país. Esta Área de Protección de Flora y Fauna resguarda una asombrosa biodiversidad que la convierte en un destino ideal para el ecoturismo y la conservación.
Con más de 300 especies de aves, diversas familias de mamíferos y alrededor de 1,200 especies de plantas, este ecosistema es un santuario natural. Entre las especies vegetales más emblemáticas se encuentra la palma de la virgen, una planta prehistórica que puede alcanzar hasta 1.5 metros de altura y que coexistió con los dinosaurios.
Durante el verano, visitantes nacionales y extranjeros acuden a disfrutar de las aguas cristalinas del río Cuchujaqui, donde pueden convivir con la naturaleza de forma sustentable y respetuosa. La zona ofrece no solo paisajes espectaculares, sino también la oportunidad de reconectarse con la vida silvestre en un entorno cuidadosamente protegido.
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