
Ciudad Valles, S.L.P. – En una ceremonia cargada de espiritualidad, gratitud y memoria, el Obispo de la Diócesis de Ciudad Valles, Roberto Yenny García, celebró su quinto aniversario episcopal, acompañado por el Arzobispo de San Luis Potosí, Jorge Alberto Cavazos Arizpe, y el Obispo de Matehuala, Margarito Salazar Cárdenas.
A cinco años de haber sido ungido como pastor de la Iglesia Católica en la Huasteca y Zona Media, Yenny García hizo memoria de aquel inicio marcado por la incertidumbre de la pandemia. Lo que en ese entonces representó un enorme desafío, hoy lo reconoce como una travesía de crecimiento espiritual, compromiso comunitario y entrega pastoral.
«Recuerdo que todo comenzó en medio del encierro y la ansiedad de una crisis mundial. Pero con fe y responsabilidad, hemos superado cada reto confiando en el Señor», expresó durante su mensaje.
El obispo compartió que una de las mayores satisfacciones en su ministerio ha sido el contacto directo con la gente durante sus visitas pastorales. “Hace unas semanas, en camino a una comunidad de Axtla de Terrazas, un joven me preguntó qué era lo que más me gustaba de ser obispo. Le respondí sin dudar: poder estar con la gente, acompañar de cerca al rebaño del Señor. Palpar la fe viva de las personas es un privilegio que llena el alma”.
Yenny García destacó el testimonio de cientos de personas que han dedicado su vida al servicio de Dios, así como la entrega generosa de los sacerdotes de la diócesis. «Presenciar la obra de Dios en tantas comunidades es ver cómo la fe se transforma en esperanza y acción. Ver crecer a las comunidades religiosas, sentir esa paz con la que te reciben, es de lo más valioso que uno puede experimentar como obispo», añadió.
La ceremonia no solo marcó un hito en la vida del obispo, sino también un momento de renovación de la fe para los fieles, que ven en él una figura cercana, firme y comprometida con el fortalecimiento espiritual de los pueblos y comunidades de la región.
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