
Las personas mayores que se mantienen socialmente activas tienen una mayor probabilidad de vivir más tiempo, de acuerdo con un estudio publicado el 21 de mayo en la «Journal of the American Geriatrics Society». La investigación encontró que quienes participan en actividades sociales tienen un riesgo significativamente menor de muerte, en comparación con quienes llevan una vida más solitaria.
El estudio, liderado por el doctor Ashraf Abugroun, profesor asistente de la Universidad de California en San Francisco, hizo seguimiento a casi 2,300 estadounidenses mayores de 60 años que participaban en un estudio nacional sobre salud y jubilación desde 2016. Los investigadores evaluaron sus hábitos sociales a través de cuestionarios y los clasificaron según su nivel de compromiso social: alto, moderado o bajo.
Los resultados fueron contundentes: los adultos mayores con participación social alta o moderada tuvieron un 42% y 47% menos riesgo de muerte, respectivamente, en comparación con quienes tenían bajos niveles de interacción social. Además, ciertos tipos de actividades mostraron beneficios específicos: hacer trabajo voluntario o de caridad redujo el riesgo de muerte en un 51%, participar en clubes sociales o deportivos lo redujo en un 28%, y jugar con los nietosdisminuyó el riesgo en un 18%.
“Mantenerse socialmente activo es más que una elección de estilo de vida. Está estrechamente vinculado con un envejecimiento y una longevidad más saludable”, afirmó Abugroun. Según los investigadores, la interacción social también parece ralentizar el envejecimiento biológico y fomenta una mayor actividad física, dos factores clave para conservar la salud en la vejez.