
San Luis Potosí.- El Cuerpo de Bomberos de la Zona Metropolitana atraviesa por una situación crítica que limita seriamente su capacidad de respuesta ante emergencias, especialmente durante la temporada de lluvias, cuando aumentan las solicitudes de auxilio por inundaciones y accidentes.
En entrevista, el director de la corporación reconoció que existen zonas de alto riesgo de anegamientos, como la avenida Salk, el bulevar Rocha Cordero y la colonia Ricardo Anaya (segunda sección), donde históricamente se registran afectaciones graves. Aunque la presencia de lluvias ha reducido hasta en un 80 por ciento los incidentes por incendios, también ha incrementado la necesidad de rescates y apoyo a la ciudadanía.
En días recientes, los bomberos rescataron a 17 personas atrapadas en un autobús que quedó varado en el puente Naranja, además de auxiliar a dos personas cuyo vehículo fue arrastrado por el Río Santiago. Sin embargo, la falta de unidades en buen estado dificulta atender con eficiencia estas emergencias.
Gran parte del parque vehicular del cuerpo de bomberos tiene entre 12 y 15 años de antigüedad. Al menos cinco unidades requieren ser reemplazadas de forma urgente, incluyendo camiones cisterna y vehículos de ataque rápido. A pesar de gestiones del patronato y compromisos de las autoridades municipales, la renovación avanza lentamente.
Las carencias no se limitan a los vehículos. También hacen falta equipos de protección personal, mangueras, boquillas, motosierras y herramientas esenciales. Incluso, el sistema de radiocomunicación resultó afectado recientemente por una descarga eléctrica, lo que evidenció la fragilidad de la infraestructura operativa.
Para enfrentar adecuadamente estas deficiencias, la corporación estima que se requieren 43 millones de pesos. Este monto permitiría renovar parte de la flotilla, adquirir nuevo equipamiento y mejorar las condiciones laborales de los bomberos, quienes actualmente operan con recursos limitados y gran esfuerzo humano.
Seguiremos informando