La brucelosis es una enfermedad infecciosa que continúa representando un riesgo importante para la salud pública, especialmente en comunidades rurales donde la ganadería es una actividad común. Causada por bacterias del género Brucella, esta enfermedad puede transmitirse de animales a humanos, y aunque poco conocida por gran parte de la población, tiene consecuencias serias si no se detecta y trata a tiempo.
Transmisión y riesgo
La brucelosis afecta principalmente al ganado bovino, ovino, caprino y porcino, así como a otros animales domésticos. Los humanos pueden contraerla por el contacto directo con animales infectados, por consumir leche o productos lácteos no pasteurizados, o por inhalar partículas contaminadas en ambientes de trabajo, como granjas o mataderos.
Los trabajadores del sector agropecuario, veterinarios y quienes manejan productos animales sin las debidas precauciones son los más vulnerables.
Síntomas en humanos
Los síntomas pueden variar, pero generalmente incluyen fiebre prolongada, sudores nocturnos, fatiga, dolor muscular y articular, y pérdida de apetito. En casos graves, la brucelosis puede causar complicaciones en órganos como el hígado, el corazón o el sistema nervioso central.
Por su similitud con otras enfermedades, el diagnóstico puede ser complicado, y muchas veces la infección se vuelve crónica debido a un tratamiento tardío o incompleto.
Tratamiento y prevención
El tratamiento consiste en el uso combinado de antibióticos durante varias semanas. La prevención, sin embargo, sigue siendo el método más eficaz: la vacunación del ganado, el control sanitario en los productos lácteos y el uso de equipo de protección en actividades de riesgo son claves para evitar la propagación.
En México, la brucelosis está considerada una enfermedad de notificación obligatoria y es objeto de campañas periódicas de control por parte de las autoridades de salud y sanidad animal.
Una enfermedad olvidada
Aunque ha disminuido en algunas regiones gracias a los programas de vacunación, la brucelosis sigue presente en zonas donde el acceso a servicios veterinarios o de salud es limitado. Especialistas hacen un llamado a no bajar la guardia y a reforzar la educación sobre el riesgo de enfermedades zoonóticas.
“La brucelosis no es una enfermedad del pasado”, advierte un epidemiólogo consultado. “Donde hay ganado y no hay controles, puede haber casos humanos.”
