
El actual diputado federal Ricardo Gallardo Juárez es, sin duda alguna, el iniciador del movimiento que hoy gobierna a todo el estado de San Luis Potosí. Es un estratega consagrado, visionario y astuto que ha sabido mover fichas no por intereses o beneficios personales, sino para consolidar un proyecto político efectivo. Dicho esto, es claro que su visita a la Huasteca Potosina en fechas recientes no es una mera casualidad; tiene un plan y lo está ejecutando con precisión quirúrgica.
Mis amigos huastecos me comentan que el líder de la dinastía Gallardo fue visto en varios municipios de la región, entre ellos Tamuín, San Vicente, Huehuetlán, Tancanhuitz y Tamazunchale, por mencionar algunos. En todos estos lugares encabezó eventos masivos, con excelente convocatoria y todavía mejores resultados. Dicen que la gente lo recibió con mucha emoción.
Con precisión, nadie dice a qué fue. Quizá sólo fue de visita, a saludar a sus amigos o a comprar jobito, pero yo, que me aventuro a pensar un poco más y elucubrar, creo que su gira por la Huasteca tiene un trasfondo político y hay elementos muy claros para sostener mi versión.
En San Vicente, por ejemplo, Don Ricardo se reunió con los Soni, un grupo de alta eficacia en la operación política que había quedado a la deriva tras las pasadas elecciones ¿Los habrá reclutado? Este ejercicio se repitió en otros municipios. El señor tuvo acercamientos importantes con grandes liderazgos de la región, como su estuviera buscando fortalecer la estructura partidista en la zona, cosa que sabe hacer bastante bien.
Gallardo Juárez siempre ha sido un hombre discreto, pero efectivo en sus operaciones, por lo que no tengo dudas de que está apostándole fuerte al futuro, que está planeando algo grande. Yo no sé si busca cargo o si está trabajando para el proyecto que fundó y del que, ahora, es un elemento más que valioso. Estoy pensando en darme una vuelta por La Güera a ver si me lo encuentro en el desayuno.
Cavilaciones:
Primera: El delegado de la SCT en San Luis Potosí, Elí César Cervantes, no ha entendido que no forma parte de la élite morenista en la entidad. Tanto que fue uno de los que se quedó en la reja durante el pasado evento de Claudia Sheinbaum. Se la pusieron difícil. Por cierto, mientras que él se desgarra las vestiduras por apoyar el proyecto de la 4T, su padre, Felipe de Jesús, encabeza la lucha desde el otro ángulo con los maestros que exigen a la presidenta cumplir con las promesas hechas. Le voy a poner lupa al delegado, capaz que llena la delegación con toda la familia. Dicen que tiene esas mañas.
Segunda: Apenas se dio a conocer que ya está todo listo para que el PAN elija a su dirigente el 15 de junio y ya se preparan impugnaciones a la convocatoria que emitió, en medio de un pantano hediondo, la senadora y presidenta espuria, Verónica Rodríguez. Esos panistas, tan lejos de Dios y tan cerca de las avaricias personales ¡Miau!
Tercera: La ministra Yasmín Esquivel estuvo de visita, el fin de semana, en San Luis Potosí. Contrario a la imagen que le han construido los «duros» de Morena, la señora es amable y muy bien articulada, nada que ver con la mala educación y el salvajismo de Lenia Batres. Yasmín representa a los moderados. En el gremio de los abogados, dicen que la prefieren mil veces de presidenta de la Suprema Corte que a la violenta e ignorante de Batres ¡Grrrr!