Las lluvias, además de refrescar el ambiente y revitalizar la naturaleza, tienen efectos directos en la salud humana que pueden ser tanto positivos como negativos.
Por un lado, la humedad alta que acompaña a las lluvias puede agravar ciertas condiciones respiratorias, como el asma o la artritis reumatoide, debido a la inflamación y rigidez que el frío y la humedad generan en las articulaciones y vías respiratorias, además, los cambios bruscos de temperatura pueden debilitar el sistema inmunológico, lo que aumenta la susceptibilidad a resfriados y gripes.
La lluvia también trae beneficios. El aire suele estar más limpio después de una lluvia, ya que las gotas arrastran contaminantes y partículas de polvo. Esto favorece la respiración, especialmente en personas con alergias, así como, la humedad natural ayuda a mantener la piel hidratada y puede contribuir a un mejor descanso.
Por ello, es importante protegerse adecuadamente durante la temporada de lluvias: usar ropa adecuada, evitar cambios bruscos de temperatura y mantenerse hidratado. Así, podremos aprovechar los beneficios del clima lluvioso y cuidar nuestra salud.
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