
Aunque los relatos de objetos voladores extraños se remontan a la antigüedad, el primer caso documentado en la era moderna sobre un objeto volador no identificado (OVNI) ocurrió el 24 de junio de 1947, en Estados Unidos. El protagonista fue Kenneth Arnold, un piloto civil que sobrevolaba el estado de Washington cuando aseguró haber visto nueve objetos brillantes desplazándose a gran velocidad cerca del monte Rainier.
Arnold describió que los objetos volaban en formación, con un movimiento similar al de “un platillo rebotando sobre el agua”. Su testimonio fue difundido por la prensa y dio origen al término “platillo volador” (flying saucer), que desde entonces se asoció con fenómenos aéreos inexplicables.
Este avistamiento marcó el inicio del interés público y gubernamental en los OVNIs, detonando décadas de investigaciones, teorías y especulaciones en todo el mundo sobre la posibilidad de vida extraterrestre o tecnología desconocida. Aunque muchos casos han sido explicados por causas naturales o tecnológicas, el misterio de lo que vio Arnold sigue siendo debatido hasta nuestros días.
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