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La importancia del psicólogo para la sociedad

Por Estefanía López

Cada 20 de mayo, conmemoramos el Día del Psicólogo en varios países de América Latina, una fecha que invita no solo a celebrar la labor de estos profesionales, sino también a reflexionar sobre el papel vital que desempeñan en nuestras vidas y en el tejido mismo de la sociedad. En un mundo cada vez más acelerado, exigente y lleno de incertidumbres, el trabajo del psicólogo se vuelve esencial para promover la salud mental, el bienestar emocional y la cohesión social.

Lejos de los estereotipos que aún persisten sobre que “solo va al psicólogo quien tiene problemas graves”, la realidad es que el acompañamiento psicológico es una herramienta valiosa para cualquier persona en busca de crecimiento personal, estabilidad emocional y comprensión profunda de sí misma. El psicólogo es un guía, un facilitador del autoconocimiento y del cambio, que brinda un espacio seguro para expresar emociones, ordenar pensamientos y tomar decisiones más conscientes.

Además de su labor en el ámbito clínico, los psicólogos están presentes en numerosos espacios que muchas veces pasan desapercibidos: en escuelas, ayudando a niños y adolescentes a desarrollarse integralmente; en hospitales, acompañando a pacientes en situaciones críticas; en empresas, promoviendo entornos laborales saludables; y en comunidades, trabajando con grupos vulnerables y generando programas de prevención y contención.

Como la pandemia cambio muchas cosas

En contextos de crisis, como la pandemia reciente, la función del psicólogo cobró una visibilidad especial. Las consecuencias emocionales del aislamiento, el duelo, la ansiedad por la incertidumbre y el desgaste de los trabajadores de la salud, hicieron evidente algo que ya sabíamos: sin salud mental no hay salud integral. Y en ese sentido, el psicólogo no es un lujo, sino una necesidad.

A pesar de su importancia, aún existen barreras culturales y económicas que dificultan el acceso a servicios psicológicos para muchos sectores. Por eso es fundamental que como sociedad sigamos promoviendo la desestimación de la salud mental, la inclusión de la psicología en políticas públicas, y la valoración del trabajo de los profesionales que dedican su vida a cuidar la mente y el corazón de las personas.

Hoy, más que nunca, necesitamos psicólogos comprometidos, empáticos y formados para afrontar los desafíos contemporáneos. Profesionales que escuchen sin juzgar, que comprendan las complejidades humanas y que trabajen con ética y sensibilidad. Celebrar este 20 de mayo es también una forma de reconocer esa labor silenciosa, pero poderosa, que transforma vidas y fortalece comunidades.

El psicólogo no solo ayuda a sanar heridas invisibles, sino que construye esperanza, resiliencia y humanidad. Su rol es indispensable para una sociedad más justa, consciente y emocionalmente sana.

 

Estefanía López Paulin
Contacto: psc.estefanialopez@outlook.com
Número: 4881154435

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