El cielo nocturno ofrecerá un espectáculo particular este lunes 12 de mayo, cuando se produzca la fase de luna llena acompañada de dos características especiales: será una microluna y, además, recibirá el nombre tradicional de “luna de las flores”. Aunque el punto máximo de este fenómeno ocurrirá el lunes por la noche, también podrá observarse con claridad desde el domingo 11 y hasta el martes 13.
Durante esta fase lunar, la cara visible de la Luna se ilumina por completo al quedar la Tierra entre ella y el Sol. En esta ocasión, sin embargo, el satélite natural se encontrará en el apogeo de su órbita, es decir, en el punto más alejado de nuestro planeta. Debido a esta distancia, superior a los 405 mil kilómetros —cuando el promedio es de 384 mil—, la Luna se percibirá más pequeña y menos brillante, un efecto óptico que ya era conocido por los antiguos griegos.
Esta variación visual se conoce como microluna, y genera una percepción de hasta 14% menos tamaño y hasta 30% menos luminosidad respecto a una luna llena común. A diferencia de las populares superlunas, en las que la cercanía acentúa el brillo y volumen, en esta ocasión la Luna se verá más discreta en el firmamento, aunque igualmente digna de admirar.
El nombre de “luna de las flores” no tiene relación con su aspecto, sino con el momento del año en que ocurre. Es la segunda luna llena de la primavera en el hemisferio norte, época marcada por el florecimiento y el incremento de luz solar. Esta denominación proviene de antiguas tradiciones de pueblos originarios de América del Norte, que asignaban nombres a las lunas llenas según los ciclos naturales de cada mes.
La luna de las flores será la quinta de las doce lunas llenas previstas para 2025. La siguiente, conocida como “luna de fresa”, aparecerá el 11 de junio, justo unos días antes del solsticio de verano.
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