
El Partido Acción Nacional cumple 85 años de historia: ocho décadas y media de lucha por la democracia, la dignidad de la persona, las libertades y el bien común. Pero más allá de celebrar el pasado, hoy debemos preguntarnos: ¿hacia dónde va el PAN? ¿Tiene futuro?
La respuesta no está en discursos vacíos ni en nostalgias. Está en la militancia. Está en que cada uno de nosotros entienda que el partido no se construye desde el poder, sino desde el compromiso diario con los principios y con la sociedad.
Si el PAN quiere tener futuro, necesita más que figuras. Necesita proyecto.
Necesitamos un PAN que:
Tenga voz propia: que se escuche en podcasts, televisión, radio y redes sociales. Espacios abiertos a la militancia y a la ciudadanía, donde todos puedan hablar y rendir cuentas con honestidad. No más usar al partido para mentir.
Forme cuadros, no improvisaciones: con cursos de alto nivel, espacios de análisis y propuestas reales. Un laboratorio de políticas públicas juvenil, donde el juvenil sea más que viajes al Senado para aplaudir mentiras. Donde sea un semillero de líderes con honestidad, diálogo y capacidad.
Realmente camine las colonias, escuche, proponga, actúe: un partido presente, con acciones sociales reales como clases, talleres, acompañamiento ciudadano y recorridos vecinales.
Se vigile a sí mismo: con consejos ciudadanos y rendición de cuentas. No por desconfianza, sino por convicción.
Sea austero, humano y honesto: que sus dirigentes vivan con sobriedad, que formen y no se sirvan del partido.
Donde ser dirigente signifique ser el primero en servir y no “el arroz de todos los moles”, queriendo ser dirigente, senador, alcalde y gobernador. La dirigencia está para formar, no para servirse.
El PAN no se muere por perder elecciones. Se muere si deja de representar algo. Se muere si renuncia a su alma… y entonces, también pierde las elecciones.
Hoy, a 85 años de su nacimiento, el PAN debe mirar hacia adelante. No para volver al pasado, sino para construir una nueva etapa. Desde abajo. Desde nosotros.
Y si no lo hacemos nosotros, nadie más lo hará.
¿Estamos dispuestos a rescatar al PAN… o nos vamos a quedar viendo cómo se apaga?
Seguiremos informando.