El municipio de Aquismón atraviesa una situación crítica por la falta de agua, especialmente en la zona serrana, donde la sequía ha provocado el agotamiento de manantiales que tradicionalmente abastecían a las comunidades. Esta problemática ha golpeado tanto a las familias como a las instituciones educativas que recientemente retomaron actividades presenciales.
La administración municipal ha tenido que recurrir al uso constante de pipas para distribuir agua, aunque estas unidades enfrentan fallas mecánicas debido a las exigencias del terreno y la operación prolongada. A pesar de estas complicaciones logísticas, se intenta mantener el suministro mínimo en las distintas localidades mediante una programación cuidadosa de los recorridos.
El gobierno local ha presentado propuestas desde el año pasado para mitigar la escasez, y actualmente estos proyectos se encuentran bajo análisis en dependencias estatales. Aunque el Ayuntamiento reconoce el respaldo del gobierno del estado en otros rubros, como la infraestructura vial, también admite que la crisis hídrica representa un desafío que supera la capacidad de respuesta inmediata del municipio.
El impacto de la sequía no se limita al consumo doméstico; también ha alcanzado a planteles educativos como el Colegio de Bachilleres Plantel 37, que atiende a cientos de estudiantes y ahora depende de apoyo externo para garantizar condiciones mínimas de higiene y funcionamiento.
Pese a algunos episodios de lluvia registrados recientemente en la región, la falta de agua sigue siendo una preocupación urgente que requiere atención coordinada entre los distintos niveles de gobierno y acciones estructurales que garanticen soluciones sostenibles.
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