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Llaman a fortalecer las acciones contra el acoso escolar en SLP

* Este 2 de mayo, sumemos voces y acciones para construir escuelas más seguras, afectivas y libres de violencia

El bullying o acoso escolar es una forma de violencia reiterada entre estudiantes, que se manifiesta a través de agresiones físicas, verbales, psicológicas o sociales. Suele darse de manera sistemática y prolongada, generando miedo, aislamiento, bajo rendimiento escolar y afectaciones a la salud mental de la víctima. A diferencia de los conflictos cotidianos, el bullying implica un desequilibrio de poder, donde una o varias personas ejercen dominio sobre otra.

Este día se conmemora  desde el 2013, impulsado por asociaciones de padres,  madres, educadores y organizaciones civiles en países como España, México, Argentina y Chile. El objetivo es visibilizar el problema del acoso escolar, fomentar la participación de todos los sectores sociales y promover una cultura de paz, respeto y empatía en las escuelas.

Existen diferentes tipos de bullying, el físico (golpes, empujones, daño a pertenencias); el verbal (insultos, apodos ofensivos, amenazas); psicológico (manipulación, exclusión, intimidación); y el cibernético refiere al acoso a través de redes sociales, mensajes o publicaciones.

Las consecuencias del bullying, van desde la ansiedad, depresión, baja autoestima, trastornos del sueño y del apetito, bajo rendimiento académico, riesgo de autolesiones o suicidio y alteraciones emocionales duraderas hasta la adultez.

Acciones clave para prevenir el bullying, en las escuelas, son: implementar protocolos de actuación claros y accesibles; fomentar la cultura del respeto, la inclusión y la empatía desde edades tempranas; formar al personal docente en manejo de conflictos y detección de señales de alerta; aplicar programas de tutoría entre pares o mediación escolar y establecer canales de denuncia seguros y confidenciales. En casa, también se debe prevenir el bullying, se aconseja escuchar activamente a hijas e hijos, sin minimizar sus emociones; reforzar el autoestima y enseñar a resolver conflictos sin violencia; supervisar el uso de redes sociales y promover el uso responsable; hablar abiertamente sobre el acoso y enseñar a defenderse sin agredir.

En la comunidad, todas y todos también podemos sumarnos en prevenir y evitar el acoso escolar, a través de generar espacios seguros y libres de discriminación; promover campañas de sensibilización en colonias, centros comunitarios o medios locales; articular redes entre padres, docentes y autoridades locales. Es importante que en este día, se visibilice y se tome conciencia de que el acoso escolar es una realidad que no podemos ignorar. Todos —familias, escuelas, comunidad y gobiernos— tenemos la responsabilidad de identificar, prevenir y actuar. Este 2 de mayo, sumemos voces y acciones para construir escuelas más seguras, afectivas y libres de violencia.

Seguiremos informando

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