
El Vaticano instaló este viernes la chimenea en el techo de la Capilla Sixtina, que se utilizará durante el cónclave del próximo 7 de mayo para anunciar si se ha elegido al nuevo papa.
La tradicional señal de humo blanco indicará la elección del sucesor de Francisco, mientras que el humo negro significará que no hay decisión.
Unos 133 cardenales, en su mayoría nombrados por el papa fallecido el pasado 21 de abril, participarán en la votación secreta para elegir al pontífice número 267 de la Iglesia católica, que cuenta con mil 400 millones de fieles.
La chimenea, visible desde la Plaza de San Pedro, será el centro de atención para los miles de fieles que se esperan durante el proceso.
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