
Los diamantes rosas son considerados las piedras preciosas más buscadas y valiosas del mundo. Su singularidad y belleza los convierten en objetos de deseo para coleccionistas y amantes de la joyería. Recientemente, un equipo de científicos hizo un emocionante descubrimiento sobre el origen de estos diamantes y cómo podrían encontrarse más de ellos en el futuro.
Los diamantes rosas son excepcionales debido a su estructura cristalina singularmente curvada, que les otorga su característico color. A diferencia de otros diamantes, que a menudo se forman a gran profundidad en la Tierra y luego se elevan a la superficie a través de procesos geológicos, los diamantes rosas se originan en una cadena de eventos específica.
La mina Argyle en el remoto noroeste de Australia ha sido la principal fuente de diamantes rosas en el mundo, representando más del 90% de todos los ejemplares conocidos. Este hecho ha intrigado a los científicos durante mucho tiempo, y ahora se ha descubierto por qué esta mina es tan rica en estas piedras preciosas.
Utilizando láseres para analizar minerales y rocas extraídos de la mina Argyle, los investigadores encontraron que los diamantes rosas se formaron durante la desintegración de un antiguo supercontinente llamado Nuna, hace aproximadamente 1.300 millones de años. Esto es significativamente más reciente en comparación con la mayoría de los depósitos de diamantes en el mundo, que tienen más de 2.500 millones de años.
La clave de este descubrimiento radica en que Argyle no se encuentra en el medio de un continente, como la mayoría de las minas de diamantes, sino en el borde de uno. Durante la desintegración del supercontinente Nuna, la región donde se encuentra Argyle experimentó un estiramiento significativo. Este proceso provocó la formación de espacios en la corteza terrestre a lo largo de una cicatriz, por la que el magma se elevó hacia la superficie, llevando consigo los diamantes rosas.
Este descubrimiento también corrigió una creencia errónea sobre la edad de Argyle, ya que se estimaba que tenía aproximadamente 100 millones de años menos de lo que realmente tiene. Los investigadores creen que esta cadena de eventos podría repetirse en otras regiones del mundo y que la formación de diamantes durante la desintegración de supercontinentes podría ser más común de lo que se pensaba.
En resumen, los tres ingredientes clave para la formación de diamantes rosas son: carbono profundo, la cantidad adecuada de presión y eventos geológicos que permitan su ascenso a la superficie. Los científicos ahora están entusiasmados con la posibilidad de encontrar más depósitos de diamantes rosas utilizando este conocimiento.
Este emocionante descubrimiento no solo arroja luz sobre el origen de los diamantes rosas, sino que también podría abrir nuevas oportunidades en la búsqueda de estas piedras preciosas excepcionales en todo el mundo.
Seguiremos informando.