
En un asombroso relato de supervivencia y lealtad, la historia de la perrita «Bella» y su compañero humano, el náufrago australiano Tim Shaddock, ha cautivado al mundo. Originaria de México, Bella fue adoptada por Tim mientras recorría las calles de La Paz, Baja California, antes de embarcarse en su audaz travesía hacia la Polinesia Francesa en un catamarán llamado «Aloha Toa». Sin embargo, el destino tenía otros planes para ellos.
El periplo de tres meses en aguas del Pacífico se vio truncado por una violenta tormenta que causó estragos en su embarcación. Con la «Aloha Toa» gravemente averiada, Tim y Bella se vieron obligados a enfrentar el desafío de sobrevivir en medio de la inmensidad del océano. Durante todo ese tiempo, su sustento consistió en pescado crudo y agua de lluvia, y en esta lucha por la vida, Bella se convirtió en una pieza clave para la supervivencia de Tim.
La lealtad y el espíritu inquebrantable de Bella se manifestaron de manera sorprendente. A pesar de que Tim intentó separarse de ella en tres ocasiones para su bienestar, Bella se negó a abandonar a su compañero humano, siguiéndolo incluso hasta el agua. Su vínculo se forjó en la adversidad y se convirtió en un apoyo emocional invaluable para el náufrago.
Finalmente, el rescate de este dúo inusual fue posible gracias a la oportuna intervención de un helicóptero, que se encontraba acompañando a las embarcaciones atuneras en la zona. La aeronave avistó el catamarán dañado y alertó rápidamente a la tripulación del atunero mexicano «María Delia», que acudió en su auxilio.
Con gran alivio y gratitud, Tim y Bella regresaron a tierras mexicanas, siendo recibidos en el puerto de Manzanillo, Colima. Tim, visiblemente agotado y hambriento, expresó su felicidad por estar a salvo y reveló que en ciertos momentos pensó que no sobreviviría a la tormenta. Sin duda, la valentía y lealtad de Bella fueron factores determinantes en su supervivencia y regreso a casa.