El Poder Judicial se puso del lado de los criminales con uniforme al liberar a una policía estatal acusada de robo calificado, intento de secuestro y amenazas de muerte en contra de una familia de Soledad de Graciano Sánchez.
Fue en enero del año 2020 que una familia de Soledad fue visitada en la madrugada por elementos de la entonces Policía Metropolitana de Juan Manuel Carreras López, quienes, después de bajar de la patrulla numero 2544 hallanaron el domicilio y con lujo de violencia, sometieron y amenazaron de muerte a una pareja que se dedicaba a los bienes raíces, pues al abrir la puerta entraron y comenzaron a agredir a todo ser vivo que se encontraron.
Después de golpear brutalmente al esposo y de apuntar a la cabeza de la esposa, los obligaron a darles todo lo que hubiera de valor, obteniendo un botín que ascendió a más de 300 mil pesos en dinero en efectivo, joyas y centenarios que la pareja guardaba, producto de toda una vida de esfuerzo.
Antes de irse, el grupo de criminales con uniforme, advirtieron a la pareja que si hablaban sobre el hecho, regresarían a matarlos.
Pasado un mes de la experiencia traumática que vivió esta pareja, recibieron la visita nuevamente de los mismos policías criminales, quienes ahora, sin mediar palabra, entraron al domicilio y golpearon a uno de los hijos de la pareja hasta dejar el piso rojo de la sangre del individuo. Tras esto, uno de los policías le apuntó con su rifle a la cabeza y amenazó con asesinarlo en ese momento si la pareja no les daba todo el dinero que poseían, otra vez.
Tras estos indignantes acontecimientos, la pareja decidió, valientemente, alzar la voz y denunciar ante la Fiscalía General del Estado todo lo ocurrido; y en un amable giro del destino, sus denuncias fueron tomadas y exitosamente se inició un proceso contra estos policías, ahora de la Guardia Civil Estatal, contra quienes se giró una orden de aprehensión.
Sin embargo, el Juez de control, Francisco Pablo Alvarado Silva, del Poder Judicial, armó toda una treta para limpiar el cochinero delictivo que tenían los policías, pues, de manera ventajosa, realizó una audiencia en el que se le imputarían los delitos de intento de secuestro y robo calificado a una de las policías el pasado 23 de mayo del presente año. Pero, a sabiendas que los abogados de oficio de la familia no se encontraban disponibles, terminó por exonerar a la delincuente con uniforme en un acto de injusticia y escupitajo a la dignidad de las víctimas.
Es por culpa de este golpe bajo a la integridad de las víctimas que ahora temen por su vida, pues afirman que recibieron amenazas de muerte por parte de estos sicarios disfrazados de policías, por lo que llaman a todas las instancias estatales que intervengan en su caso, ya que afirman que de no hacerlo, probablemente en unos días puedan estar muertos.
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