Como parte de las protestas que se sincronizaron en varios estados de la República por la muerte de un joven tapatío a manos de la policía de aquella entidad, el 5 de junio de 2020 manifestantes tomaron el Congreso del Estado de San Luis Potosí ubicado en el Jardín Hidalgo, también llamado Plaza de Armas, en donde realizaron importantes destrozos, quemaron banderas y desprendieron de su sitio el busto de Ponciano Arriaga Leija, el cual fue tirado a las afueras del edificio ante la mirada expectante de los potosinos que no daban crédito al insólito hecho.
En su momento, fueron detenidos 10 posibles involucrados en los desmanes del recinto legislativo, sin embargo, al final solo quedaron tres como los imputados, los cuales, además, están enfrentando el proceso en libertad, así lo informó la presidenta de la Mesa Directiva, Vianey Montes Conlunga: «se trata de un hombre y dos mujeres, mismos que, hasta el momento, solo tienen la indicación de no acercarse al recinto y tener visitas periódicas ante el juez».
Así mismo, la diputada presidente comentó que «los hechos fueron amañados al incluir entre los manifestantes a menores de edad a sabiendas de que a estos no se les puede procesar fácilmente», por tal motivo se redujo la cantidad de imputados. Por otra parte Montes Colunga comentó que el Congreso del Estado impugnó la decisión del Ministerio Público Federal de no ejercer acciones penales a los involucrados, por lo que ahora se procederá a realizar una investigación más amplia por lo delitos de daño a la propiedad ajena, robo y por ultraje a las insignias nacionales.
