Pocas personas reconocen a José Luis mejor conocido como Satanás Arroyos, aquel jugador de baloncesto mexicano que logró poner en aprietos a Michael Jordan, quien es considerado el mejor jugador de basquetbol de todos los tiempos.
José Luis nació el 20 de enero de 1962. Desde temprana edad, comenzó su gusto por el deporte del basquetbol, pues a los 16 años recibió la invitación para formar parte del equipo de baloncesto de la escuela, una invitación que cambiaría su vida.
Desde que tocó un balón de baloncesto supo que aquel deporte sería una meta a seguir. José Luis descubrió además que tenía un gran talento para el baloncesto, por ello a sus 20 años tomó una decisión fundamental en su vida donde convino sus estudios con aquella disciplina que le daría una oportunidad como novato en los Dorados de Chihuahua.
En tan solo un tiempo logró hacerse de un reconocimiento que lo llevó a recibir su apodo, pues el gerente de Dorados pidió referencia de aquel joven basquetbolista a lo que le dijeron que él era un “diablo en la cancha”. Su gran talento consiguió que replantearan aquel apodo, pues agregaron que no solo era un diablo en la cancha si no que “más que un diablo, es un Satanás en la cancha”, así se ganó su merecido sobrenombre.
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José Luis seguía creciendo a manera torneo nacional, pero el nombre de Michael Jordan sonaba por todo el mundo. Es así como durante un partido llevado a cabo en 1983 en los Juegos Panamericanos de Caracas, el equipo de México sorprendió a la selección de Estados Unidos al enfrentarlos con una gran destreza, generando una acontecimiento histórico.
Aunque la victoria fue para el equipo norteamericano, no pasó desapercibida la asombrosa participación del combinado azteca y en especial de “Satanás Arroyos”, quien limitó la puntuación de Jordan aquella tarde y evitó jugadas espectaculares de la leyenda de la NBA.
