
Ciudad Valles, S.L.P.- «Mi vida fue un milagro»: así se refería la profesora Xóchitl Zúñiga Fajardo, cuando se le preguntaba sobre su vida.
Una mujer vallense, incorruptible, disciplinada, una potosina de convicciones, entregada a la educación del pueblo.
Murió Xóchitl Zúñiga Fajardo, un ejemplo de dedicación en la docencia, de perseverancia y tenacidad. Pilar de la educación en la huasteca potosina.
La tarde de este miércoles cuando las manijas del reloj marcaban las 17:40 horas, dio su último respiro. Estuvo acompañada de sus hijos Rosalucía y Ricardo, su nieto, nuera y amigos más cercano.
Falleció en su casa, ese rincón de cielo esa que siempre cuido, y lleno de colores de las flores que tanto cuidaba. Custodiada por frondosos árboles de palo de rosa que alegraban la avenida y que en este día su belleza contrastaba con la tristeza de su partida.
A principios de este año enfermó y fueron meses de tratamiento exhaustivos, oraciones, plegarias, remedios naturistas y todo lo que la gente que la amaba, le decía que la ayudarían a salir adelante, ella gustosa todo hacía pues su Fe era superior a cualquier enfermedad.
Ella no perdió una batalla, la ganó tras haber formado un ejército de profesionistas, que en las aulas de su escuela iniciaron su instrucción escolar. Fue una guerrera que merecía descansar después de una larga vida de pruebas, éxitos y recuerdos maravillosos a lado de los suyos.
Este miércoles 31 de marzo falleció en Ciudad Valles a la edad de 81 años.
¿Quién era?
La profesora Xóchitl Zúñiga Fajardo nació el 28 de noviembre de 1939 en el municipio de Ciudad Valles. Hija de los profesores Luis Zúñiga y Rosa M. Fajardo, aprendió de ellos el amor a la profesión que desarrolló por 63 años ininterrumpidos.
Al ser sus padres profesores, ella inició su instrucción escolar en una primaria ubicada en el ejido Ojo de Agua, escuela que su madre fundó. Sitio en donde ella aprendió la lengua tének.
Su madre fue trasladada a otra zona escolar en la cabecera municipal de Valles, llegó a la colonia Juárez, en la zona urbana terminó su primaria y después ingresó a la Secundaria Pedro Antonio Santos.
Estudió para docente en la Escuela Normal del Estado de San Luis Potosí. Fue en 1957 cuando comenzó a trabajar frente a grupo, siendo su primer salón de clases en una escuelita rural en la comunidad de La Concepción y posteriormente en el ejido San Miguel, después Gustavo Garmendia, El Pujal.
Estuvo en Tamazunchale y Tancanhuitz, finalmente en 1968 llegó a la Escuela Primaria Lic. Antero G. González, donde cumplió 52 años laborando hasta antes que la pandemia la separó de su hogar.
Fue maestra de tradición y de vocación, inquebrantable ante los principios a favor de la educación. Sin duda con su fallecimiento se cierra una capítulo importante en la historia de Ciudad Valles.
Deja un hueco difícil de llenar, entre tantas personas que crecieron con ella durante su paso por la primaria «Antero G. González».
Le sobreviven sus hijos Rosa Lucía, y su hijo Ricardo, a quiénes hoy les enviamos un fuerte abrazo y nuestras sinceras condolencias, pidiendo a Dios les de fortaleza, sabiduría y tranquilidad en su hogar.
28 de noviembre de 1939. / 31 de marzo de 2021.