
La ola delincuencial que afecta todo el territorio potosino ha alcanzado niveles tan de escándalo que los malandros ya no respetan ni el uniforme de los policías, tal es el caso de los ataques ocurridos ayer contra Policías Estatales en Rioverde y Municipales en la delegación de Bocas, en la capital potosina.
Ambos municipios gobernados por alcaldes surgidos del Partido Acción Nacional, están sumidos en crisis de inseguridad de escándalo, sin embargo los presidentes municipales se niegan a remover a sus jefes policiacos.
En Rioverde, ni los policías se salvaron de ser asaltados. Según los reportes, la noche de ayer miércoles 11 de diciembre, fueron tres elementos de la Policía Estatal que fueron interceptados por varios sujetos quienes los sometieron y robaron sus armas de cargo, algunas de grueso calibre, para luego abandonarlos en un campo de futbol. Los elementos fueron auxiliados por civiles y rescatados por sus compañeros uniformados.
Más tarde la Base de la Policía Municipal de Bocas, en la capital potosina, fue atacada a balizar por sujetos que viajaban a bordo de camionetas que, por supuesto, lograron huir.
Estos hechos delictivos son prueba de la crisis de inseguridad en la que estamos sumidos los potosinos. Los malandros ya no respetan ni el uniforme, ya ni los policías, por años solapadores de la inseguridad, ahora son víctimas de la delincuencia como cualquier otro ciudadano.
Seguiremos informando.