
En un movimiento que para algunos es considerado como estratégico, Google anunció que pondrá restricciones a las campañas políticas que se anuncien en sus búsquedas, todo ello aparentemente con la finalidad de «alejarse» de algún posible escándalo como el que sufrió Facebook en las elecciones de 2016, al ser acusado de «mostrar publicidad engañosa» a ciertos segmentos de la población, incentivando con ello el voto extremista.
Mientras Google controla el 90% del mercado de búsquedas en internet, además de tener amplia información de sus usuarios con la cual poder catalogarlos de manera muy efectiva sobre el despliegue de anuncios, con esta decisión pone una barrera importante para el alcance de las campañas políticas.
Las campañas políticas podrán ser dirigidas como se acostumbra, por edad, género y localización, incluso hasta el nivel de código postal; sin embargo, con este cambio en las políticas de google, no se podrán dirigir de acuerdo a los intereses de los usuarios, lo cual se determina de acuerdo al historial de navegación y de búsquedas.
En otras palabras, los anunciantes podrán desplegar su publicidad, pero no podrán dirigirla a los segmentos exactos de grupos políticos contrarios o afines, como se hizo en Facebook en 2016.
Esta nueva política de Google entrará en vigor inicialmente en el Reino Unido, en donde se llevarán a cabo elecciones el próximo 12 de diciembre. Pasará a ser mundial para el 6 de enero de 2020.
Con esta decisión, el gigante de Mountain View le mete presión a la red social de Zuckerberg, pues este último dejó claro que no piensa interferir en la manera en que los anunciantes eligen a sus segmentos, mientras no violen ninguna norma de civismo.
El mes pasado, fue Twitter quien puso sobre la mesa el debate de «como se deben de comportar» las principales empresas ante las campañas de 2020. Posteriormente, su fundador y CEO, Jack Dorsey, anunció que en Twitter no permitirán campañas políticas, pues para el no esta claro aún las herramientas digitales y las reglas para utilizarlas en las nuevas tecnologías, por lo que decidió quedar fuera del mercado político.
“Dada la reciente preocupación y los debates sobre los anuncios políticos, y la importancia de que haya confianza en el proceso democrático, queremos mejorar la confianza de los votantes en los anuncios que puedan ver en nuestras plataformas”, informó Google en un comunicado, quien es también dueño del sitio web de videos más visitado a nivel mundial, YouTube, y de uno de los navegadores más utilizados, Chrome.
Aunque Google publica un informe detallado de quién y como gasta recursos en campañas políticas en sus plataformas, asegura que nunca ha permitido anuncios dirigidos a detalle, y considera que puede «hacer más» y es por ello la decisión de implementar esta nueva disposición.
Además, recordó que siempre ha estado prohibido mentir en los anuncios que se contratan en sus plataformas, y aseguró que reforzarán las normas para hacerlo aún más explícito, estará prohibido contenido engañoso sobre el censo o “anuncios que hagan afirmaciones que puedan demostrarse falsas y dañar significativamente la participación o la confianza en la elección o el proceso democrático”, en una referencia inequívoca a los sucesos de 2016 en las elecciones presidenciales de los Estados Unidos y el referéndum sobre el Brexit.
Con información de El País.