El Día de San Juan Bautista es una fecha marcada por ritos religiosos, danzas tradicionales y costumbres comunitarias que conservan viva una mezcla de creencias católicas y elementos indígenas.
San Juan Bautista, considerado el precursor de Jesucristo, es venerado especialmente por su papel en el bautismo y la renovación espiritual, y su festividad cada 24 de junio es una de las más antiguas del calendario litúrgico. En comunidades como San Juan Chamula (Chiapas), San Juan de los Lagos (Jalisco) y varias localidades del Estado de México, las celebraciones incluyen misas solemnes, procesiones, música de banda y ferias.
Uno de los elementos más característicos de la festividad es el uso simbólico del agua, que recuerda el acto del bautismo. En algunas zonas rurales del país, niños y adultos participan en juegos de agua o se bañan en ríos y pozas, en un ritual que simboliza la purificación.
El Día de San Juan coincide con antiguos rituales ligados al solsticio de verano, por lo que también es una fecha de agradecimiento por las lluvias y las cosechas. Esta combinación de fe y tradición convierte la jornada en un momento de identidad y celebración comunitaria en muchas partes de México.
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