En 2011, la Asamblea General de las Naciones Unidas estableció el 11 de octubre como el Día Internacional de la Niña, y desde 2012 se celebra anualmente con el propósito de visibilizar la situación de las niñas en el mundo.
Esta conmemoración busca reconocer sus derechos, sensibilizar sobre los numerosos retos que enfrentan y fomentar su empoderamiento para garantizar el cumplimiento de esos derechos.
Según UNICEF, existen más de 600 millones de niñas adolescentes en el mundo, y con los recursos y oportunidades adecuados, podrían convertirse en una generación de mujeres líderes y agentes de cambio. Sin embargo, las niñas continúan enfrentando múltiples desafíos relacionados con la salud, la educación, la participación política y las oportunidades económicas, que limitan su desarrollo y bienestar.
Entre las problemáticas más graves se encuentran la mutilación genital femenina, que afecta a más de 230 millones de niñas y mujeres; el matrimonio infantil, que ocurre cada 3 segundos a nivel mundial; y los abusos sexuales sufridos por 370 millones de mujeres antes de los 18 años.
Además, el embarazo adolescente representa una de las principales causas de mortalidad en adolescentes, y muchas niñas enfrentan una educación incompleta, desigualdad en el acceso a internet y una carga desproporcionada de trabajo doméstico no remunerado.
